En 1963, Benoi Atallah, encontró un nuevo hogar en Lagos de Menegua.
Con alma de explorador, Atallah decidió dedicar parte de su vida al desarrollo y la preservación de Menegua, entre Puerto López y Puerto Gaitán, un remoto lugar en la altillanura colombiana donde convergen el sol, la fauna, y las leyendas más tradicionales del país. Un lugar que en esa época se semejaba al lejano oeste y que pocos veían su potencial. Fue su ingenio y dedicación que permitió la construcción de los lagos y la pesquera al que hoy caracterizan la finca y que logró redirigiendo de forma responsable el agua de los morichales a las zonas donde más se necesitaban, permitiendo desarrollar una economía sostenible y un espacio paradisiaco. Menegua se convirtió en un proyecto de vida y en el santuario de una familia que en 1996, por medio del hotel Lagos de Menegua, decidió abrir sus puertas al país y al mundo para que más personas pudieran conocer, interactuar y trabajar por su conservación.
Hoy nuestro objetivo es el mismo, preservar la belleza natural de Lagos de Menegua a través del turismo responsable y sostenible. Creemos que entre más colombianos y turistas conozcan las riquezas de esta región será más fácil protegerlas y preservarlas para generaciones futuras.